En esta ocasión, el inicio del proyecto era la voluntad de un grupo de amigos aficionados al deporte, concretamente, al ciclismo de montaña, de crear un club deportivo. El contexto, por lo tanto, era el del deporte popular; sí bien existía competitividad, afán de superación y participación en pruebas deportivas, el ingrediente fundamental era el ocio y diversión. Si existía un objetivo: crecer incrementando el número de miembros del club y ser capaces de organizar eventos deportivos.
El desafío estaba en combinar el componente de diversión del deporte popular con el sentimiento de pertenencia, es decir, ser atractivo para los futuros miembros del club. Tomando como referencia el lugar de nacimiento del club, Zaratán (Valladolid), decidimos plantear el concepto de "Chicago Bulls Castellano", que recogiese el carácter festivo original del club y que nos permitiese a la vez jugar con ese atractivo visual del deporte profesional estadounidense. Es a partir de este concepto desde el que surgen el nombre del Club Topillos del Páramo y el conjunto de aplicaciones necesarias para su crecimiento.