Cloto es una pequeña bodega no suscrita a ninguna Denominación de Origen que elabora vinos a partir de viñas que crecen en un único trozo de tierra o vinos de parcela, cuenta con dos vinos uno tinto hecho con uva Tempranillo y uno blanco hecho con uva Malvasía, los viñedos que dan materia prima a vino se encuentran situados muy cerca, uno frente al otro pero sin estar juntos, su situación viene dada a que pese a no ser centenarios son los únicos supervivientes del afán desmesurado por arrancar viñedos y sustituirlos por cultivos más fáciles que vivió la zona durante una época no tan lejana.
Decidimos apostar por las posibilidades que nos daba el concepto de destino muy presente en la historia de los viñedos y que nos permitió no solo vestir a las botellas sino que diseñar una publicidad atractiva tanto en el punto de venta como en la comunicación.
Para el nombre acudimos a la mitología griega y elegimos a Cloto como la personificación del destino de los humanos que hila en su rueca.
Construirmos una fábula sobre el destino y la posibilidad de esquivarlo, dejando un final abierto con el que buscamos dar un papel a las personas que beban el vino como responsables del “reencuentro”. Hay que tener en cuenta que las botellas convivirán en una misma estantería pero separadas una de la otra (vino tinto y blanco), siguiendo su destino, será quien las escoja el que participando de de la fábula de lugar a un final feliz.
Gráficamente diseñamos una etiqueta limpia que da el protagonismo principal a la historia acompañándola de los nombres del vino y los nombres de las parcelas en las que se encuentran los viñedos
Con un único color y a partir de la plantilla que nos da la planta de cada una de las parcelas donde se sitúan los viñedos quisimos darle dramatismo a la composición utilizando los espacios vacíos que se invierten para cada vino y potenciar así la sensación de separación y encuentro,